
Desde el cielo,
mi alma descenderá,
cuando haya muerto.
Y en un ruego te pediré
que el llanto
no empañe
nuestros recuerdos.
mi alma descenderá,
cuando haya muerto.
Y en un ruego te pediré
que el llanto
no empañe
nuestros recuerdos.
Cuando vayas caminando
te acompañaré en silencio,
quedando presa el alma
en el anhelo de abrazarte
y seguirte queriendo.
¡Te acompañaré nuevamente
a contemplar nuestros parajes
tan bellos!
Alargando tu brazo
acariciaras los rizos
de nuestro perro,
sin saber que sólo hace un instante
que en ellos, había dejado
un beso.
Y en la fragilidad
que da el alma
sintiéndome como el frágil cristal
y en sutil aleteo como el jilguero
¡me escaparé,
por un instante de la soledad
de la muerte!
¡Me apartan!
poniendo una distancia abismal,
pero por momentos compartiremos
un mismo latido
de un solo corazón,
¡amor mío!
De mi libro"El Color de la vida"
a contemplar nuestros parajes
tan bellos!
Alargando tu brazo
acariciaras los rizos
de nuestro perro,
sin saber que sólo hace un instante
que en ellos, había dejado
un beso.
Y en la fragilidad
que da el alma
sintiéndome como el frágil cristal
y en sutil aleteo como el jilguero
¡me escaparé,
por un instante de la soledad
de la muerte!
¡Me apartan!
poniendo una distancia abismal,
pero por momentos compartiremos
un mismo latido
de un solo corazón,
¡amor mío!
De mi libro"El Color de la vida"
Ediciones Beta
3 comentarios:
Este poema es precioso, es triste pero tan bonito que emociona!
Gracias Trini
Isabel Feito.
Estoy de acuerdo contigo, Isabel. Es un poema precioso. Felicidades, Sra. Canel.
Tatiana D.
hola Trini,soy Rebeca.Me he decidido a ver tu blog,y me ha encantado,sobre todo éste poema,que aunque es cierto que es algo triste es precioso.Te felicito,y a partir de ahora aqui tienes una nueva admiradora.Un beso muy fuerte.Rebeca.
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