* REFLEXIÓN NAVIDEÑA

Ya lo sabéis amigos, ¡estamos en Navidad!, y es este el mes de diciembre en el cual las felicitaciones viajan y se acercan a los seres que queremos, ¡y está la mía!, que va dirigida a vosotros quiero acompañarla de una reflexión: siempre me conmueve escuchar a la gran diva Monserrat Caballé y yo tuve la fortuna de verla en varias entrevistas y cómo al recordar su vida, hace especial mención a una Noche Buena en que ella y su familia se vieron en la calle por no poder pagar el alquiler , a la gran cantante que tanto admiro se le iluminan los ojos al recordar aquella noche en el banco de una plaza y como lejos de abrumarlos con sus quejas sobre la mala suerte que tenían y las circunstancias de verse en la calle en fecha y día tan señalado, su padre esa Noche Buena, les hace reflexionar sobre lo hermoso que era dormir bajo las estrellas amorosamente acurrucados y cómo de madrugada, les despierta para que contemplaran el amanecer y les dice que no todos los niños tiene la suerte de contemplar como nace y llega el nuevo día, la cara de Monserrat Caballé resplandece siempre al recordar aquellos momentos. La última vez que la he visto recordando su infancia fue en una entrevista reciente del periodista Juan Ramón Lucas.
Monserrat siempre recuerda el carácter de su padre que en los días difíciles, lejos de venirse a bajo les imprimía el valor y la actitud para valorar la vida y cómo de situaciones difíciles les hacia reflexionar, para ver la parte positiva de cualquier momento, por tres veces se vio en la calle, pero ello nunca menguo el carácter de un hombre positivo y valiente que se crecía ante la adversidad, ¡ese! amigos es el carácter del padre de esta gran cantante, de esta gran diva , de esta admirada mujer, ¡es el auténtico y verdadero espíritu de la navidad!, tengámoslo en estos días, tan entrañables presente y recordemos que la ternura es gratis como tantos gestos que podemos regalar sin coste alguno. Una sonrisa, una mirada de comprensión y una palabra amable hacia todos esos seres que convergen en nuestro entorno y en este viaje que es la vida, pidamos tan sólo, que es mucho, que alguién ponga en nuestros ojos la nostalgia, el cariño y la ternura, que alguién puso en los de Monserrat Caballé, su padre.

¡Felices navidades de esta viajera de la vida!

Trinidad Canel

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