
A través
de un pasado fugitivoregresasa la fiesta del solsticiode verano, sobrio y un poco burguésregresaVirgilio tambiény para no ser menos,en el horizonte se perfilala silueta cansada de Aristóteles,prudente Sénecano queriendo ser menosse suma a la fiesta,pronto se huele el albay en su brumase aproximaGalileo Galileisurcando mares, y Copérnicoa la carreracorre por la montaña y desciendeagudizando su ingeniopor la ladera,no quieren estar ausentesLeonardo, aquel de La Guioconda,que hablará de la enigmatica sonrisa,¡ Y Rafaelha hecho novillos!quiere decir elloque no acudirá a su clase con "el Perugino",tan sólo faltaArtemisa, que perfeccionistase retrasa,pues quiere dejar el lienzoen el exacto lugarpara que caiga sobre élla luz más luminosadel atardecer.
Ella,quiere estar apartadade cualquier mirada codiciosano le vaya a sucederaquél instante trágicoque le sucedió ayer.Artemisa,reclama a los diosesy Venus,sale mal librada.Desconfiadoirrumpe Plutarcoy ante la mesay sus viandas, ya están en álgida retórica Socrátes y Platóny más alta la voza mis oidos llegade Erasmusen retórica insistentecon su elogiode la locura, perdiéndose en su juego dialécticoel reloj avanzacon premura mientras otros mundosestán en éste.
*** DE MI LIBRO "PÁJAROS AZULES"
EDICIONES BETA III MILENIO
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