
Claro a nosotros nos envuelven en una alarma social absoluta, porque ellos, insisto, no van a la compra, no tienen que preguntar precios ¿cómo les va a afectar la crisis, con unos veraneos de islas tropicales y trajes de tres mil euros? Cuando lo más que nos hemos permitido los ciudadanos en los tiempos de bonanza económica, era el ascender de comprar un traje en Carrefour a subir la escala social y comprarlo en el Corte Inglés, eso los más privilegiados, quiero recordar a estos políticos que no olviden que unos y otros están al servicio del pueblo, ¡de donde salen los votos que les pusieron ahí arriba!, donde parece que pierden la perspectiva y no son capaces de una dialéctica coherente, inteligente, práctica, que es la que nos interesa a todos, ¡propuestas! ¡realidades para salir de la crisis!, y que no nos amedrenten con mensajes catastróficos y subliminales haciéndonos pensar que un helado es un artículo de lujo.
¡Nosotros!, los que tenemos que hacer verdaderos malabarismos para navegar en esta crisis, sí que nos sobra inteligencia para darnos cuenta que nos quieren ningunear y engañar como a tontos, descaradamente.
¡Señores! cambien el cuaderno de bitácora que este ya lo tienen muy gastado, y nosotros muy visto y oído.
¡Ah que no me quede en el tintero!, el pedir y exigir que con esta subida de impuestos, ¡qué ya nos están amenazando! que hagan el favor y no rasquen los bolsillos de los que tenemos que contar los euros, que suban a la escala social más alta ¡y ahí, rasquen las billeteras de Louis Vuitton!
¡Y no me digan algunos que estoy reivindicativa con impertinencia! tan solo, es que me cuelga la verdad del balcón de la realidad.