La traición de aquellos que te arrebatan sin pestañear, ni cargo de conciencia ¡y sin sentirse culpables por ello! la persona que quieres, la que amas, y que irrumpen en tu vida suavemente, personas a las cuales, muchas veces dejas entrar en tu casa, sentarse a tu mesa, sin sospechar que arrasarán tu vida como un huracán, que no son otras, que esas amigas, amigos, hermanas, o diversa parte de parentela; Hay dos casos puntuales y que fueron sonoros escándalos, que me vienen a la memoria, uno de ellos el matrimonio formado por el alcalde y su esposa, que sentaron a la amiga cantora a su mesa, abriéndole de par en par la puerta de su casa y quién le iba a decir a la esposa, que tan maravillosa amiga, iba levantarle a su marido, ¡el cual presuntamente se llevó los ahorros, presuntamente la hucha!, y otro aún más escandaloso es el de un famoso director de cine pareja unos años de una famosa actriz, el cual a pesar de no pernoctar en la casa, ya que tenían un acuerdo bien definido, ¡el de estar juntos en buena compaña pero cada uno en su casita! Pues eso que las visitas del cineasta dieron su fruto, y no contento con tener un hijo con la mama adoptiva de un sinfín de niños, de paso conquista a una de las jóvenes adoptadas, ¡así que vaya! ¡Sí! hay que mirar con lupa y rayos X a quién se invita a la mesa, se invita a la casa y con quién nos ennoviamos y enamoramos, para no llevarnos sorpresas y más grave aún, ¡traiciones de tan grande magnitud!
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