Que no tenemos respuestas para todo es una realidad, una
verdad innegable. He leído recientemente en uno de los libros, de un autor muy
conocido y televisivo, que personalmente me gusta mucho toda su obra y sus
programas, le admiro por su forma sencilla y cercana de acercar ciencia, al
profano, en este caso, profana, yo la que escribo, lo que os cuento, si no habéis
caído en el nombre del autor, os digo "Eduard Punset".
Pues bien en un capitulo del libro de este autor "El viaje
al poder de la mente", dice que hace falta amar con inteligencia y aquí es
donde me asaltan diferentes dudas, pues me pregunto, ¿puede ello ser posible y
los dos razonamientos que se abren paso ante mis cansadas neuronas?, son el
primero ¿si se amara con inteligencia seria ello amor?. Seguirá siendo amor, amar
con inteligencia, lo hacen muchas personas, de hecho lo vemos con bastante
frecuencia en el panorama y la prensa social, con nombres sobradamente
conocidos, que me voy abstener de mencionar. Pero creo sinceramente, que ese amar
con inteligencia, tiene otra definición más practica: "¡escalar, trepar, fama, conveniencia, apellidos, títulos y dinero!", en definitiva intereses que muy
lejos, me parece a mi, queda todo ello de lo que es, el sentimiento del amor
.
"En este momento recuerdo que Cupido, tiene los ojos vendados y
de esa guisa dispara sus flechas."
El segundo razonamiento que me hago amigos, es el pensar que si
sería muy bueno que se pudiera amar con inteligencia, pero no con la fría y
cerebral que ponen en practica algunas personas; para esa escala de
intereses, social y económica, pues ello, repito ,no tiene nada que ver, con la
ternura y el grande amor. Amigos, os hablo de amar con inteligencia y al mismo tiempo
de renuncia. Renunciar si, a ese amor, que si tenemos la serenidad, para
comprender que el objeto de nuestros amores, no encaja con la forma de ser que
tenemos y nos atraería a una espiral, tóxica y dañina. Ese razonar con
inteligencia nos protegería lo suficiente,para evitarnos y apartarnos de esa
flecha envenenada de Cupido, que únicamente nos puede acarrear
sufrimiento, decepciones y fracaso.
Insisto, que esa necesidad de inteligencia razonada, para
amar, si nos es de vital y debería ir implícita en el ADN, formando equipo, con
ese sentimiento apasionado, que es el amor. Con esa mistura del buen y saludable
amor, ese amor que desconoce la dependencia de esa persona tóxica y nefasta que
nos puede oscurecer la vida, como una noche, y destrozarla, como un
tornado. Protegernos de las personas nefastas, si nos traería y nos adentraría, en
el verdadero elixir de la felicidad, haciéndonos sentir en nuestro corazón y en
nuestra piel, esa mezcla de alegría, que pondría la sonrisa en nuestro día a
día.
Este articulo, lo dedico a todas las jóvenes y a todos los
chicos, que andan desorientados en el amor.
Trinidad Canel
No hay comentarios:
Publicar un comentario