
En la mujer, a veces, solo a veces, se le despierta un instinto de redención y protección hacia hombres conflictivos que hacen que se despierte en ella a la mujer salvadora.
Estos amores, en los cuales hay un rol enfermizo, suelen estar abocados al sufrimiento y al fracaso, pues parece que el hombre conflictivo despierta en la mujer un sentimiento adictivo ajeno al amor.
En el hombre, el anclaje puede inclinarle el aspecto físico y llevarlo a creer que el sentir y carácter de la mujer van unidos a la belleza y muchas veces que duda cabe, es así, pero otras, el interior no corresponde al paisaje exterior y en la andadura de la relación, el hombre, termina encontrándose perdido como un niño ante lo desconocido.
Vamos a destacar tan solo el amor de las personas mentalmente saludables que guiadas por el sentimiento de amor, la buena voluntad y mejor hacer, se encuentran y se enamoran.
Estas personas sin anclajes negativos, ¡no tienen por qué albergar temores!, pues no caerá en la comparación con el pasado y este nuevo amor será sólido, y si avanza en el respeto y la tolerancia ¡qué es el ingrediente principal! este nuevo amor, seguro, seguro, ¡será eterno!.
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